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POESÍAS ESCOLARES






Veterano de Malvinas
(Doménico Bova)
Tu rostro sigue marcado
a través de tantos años
tu tristeza no se borra
tu valentía no se olvida.
Muchacho joven aún
de niño fuiste soldado
y supiste de la guerra
sin haberla deseado.
Las vivencias te dejaron
aquellos gritos ahogados.
Tu patriotismo no se mella
aunque fuiste derrotado.
Tu grito de libertad
en las islas usurpadas
se agiganta y da un abrazo
a todos como a un hermano.
Soldado que las quisiste defender,
tus camaradas allí quedaron,
desde el cielo hoy los cubre
un manto celeste y blanco.
Con emoción te agradecemos
soldado de las Malvinas
siempre en ti y en nosotros viven
nuestras islas argentinas.
 



La carta perdida
(Soledad Pastorutti)
Mañana del día veintidós,
madre, hoy es tu cumpleaños.
Chaco ¡qué lejos estoy!
En mi carta les dejo mi amor.
Todo es blanco y aquí a mi alrededor
nos humillan con grandezas
el Tano, el Polaco, el Andrés.
Madre, cayeron los tres.
Es de noche y los salgo a buscar,
mil estrellas me quieren contar,
hace frío y aquí en soledad
hay mil almas que de guardia están.
Y sos un poco de sol,
toda nieve, toda viento.
Sos un puerto argentino
con bandera de otra nación.
Es la carta que nunca llegó,
escrita allá en Malvinas.
Fue en abril del ochenta y dos
de un soldado que nunca volvió.
 
Las hermanitas Malvinas
(Música: Piero - Letra: José)
En el sur sobre las locas geografías
llegaron piratas de otros mares,
arrasaron las tierras congeladas
y las llenaron de ron y sangre humana.
 
Sólo el viento quedó como testigo
de tanta bárbara barbarie bárbara
mientras un perro se escondió asombrado
al ver desembarcar a los corsarios.
 
Era tiempo de espadas y de imperios,
eran gritos brutales y desgarrados
de ambiciones, de traiciones
que fueron devorando a los humanos.
 
Fueron los ingleses los que fueron
a robar las hermanitas Malvinas.
Estaban solas mirando hacia el oriente
mientras las naves les rompieron las costillas.
El agua estaba quieta, agazapada,
recibiendo los cuerpos de la patria;
los nativos peleando la barbarie
mientras la lluvia oscureció el paisaje.
 
En la penumbra saquearon los botines;
entre la niebla cruzaron la historia;
en el mástil una cabeza india
y en la cubierta brindando la conquista.
La memoria no sabe de fronteras
porque las islas siempre fueron nuestras.
Les dicen Falkland pero son Malvinas
porque la muerte enterrada es argentina. 

A Daniel... un chico de la guerra
(Autor: A. Cortez)
A mí los dieciocho me pasaron de largo,
estrenando opiniones, intenciones y cantos,
a esa edad, como todos, con el puño cerrado,
en las puertas abiertas el futuro esperando.
Al tuyo, bruscamente te lo desamarraron
y te hiciste a la niebla en el mar del espanto,
encallaron tus sueños Daniel, en la turba y el barro,
fue la muerte bandera y la vida un milagro.
Lo mío fue distinto, Daniel,
lo mío no fue nada,
yo no tengo esa sombra
que vaga en tu mirada.
Mi batalla fue el riesgo de un "machete" escondido
y mi "pozo de zorro", un amor y un olvido,
mi fusil, las pintadas en los muros vacíos
y morir por la Patria, un discurso florido.
Tu excusa de ser hombre fue algo más que el motivo
de la barba y el porte y el salir con amigos,
fue volverte habitante, Daniel, de la lluvia y el frío,
asumir el naufragio con los cinco sentidos.
Lo mío fue distinto, Daniel,
lo mío no fue nada,
yo no tengo esa sombra
que vaga en tu mirada.
Para mí fue un asunto de madre preocupada
que no fuera muy tarde mi regreso a la casa,
de domingo a domingo me peinaba las alas
sin andar cada jueves reclamando su alma.
La tuya, sin embargo, agotaba hasta el alba
las escasas noticias de las islas lejanas,
aunque fuera un indicio, Daniel, un rumor le bastaba,
aunque fuera mentira, era ya la esperanza.
Lo mío fue distinto, Daniel,
lo mío no fue nada,
yo no tengo esa sombra
que vaga en tu mirada.
El tiempo irá trayendo la amnesia inexorable ,
habrán muchas condenas y pocos responsables,
dirán que fue preciso, dirán, inevitable
y, al final, como siempre, sera Dios el culpable.
La historia necesita en sus escaparates
ocultar el trasfondo de tanto disparate,
no es tuya la derrota, Daniel, no cabe en tu equipaje,
acaso las gaviotas otra vez en el aire.
Lo mío fue distinto, Daniel,
lo mío no fue nada,
yo no tengo esa sombra
que vaga en tu mirada. 

¡Pequeñas Islas!
(Stella M. Macazuse)
Malvinas, pequeñas islas,
que en mi alma siempre están.
Lucharon nuestros soldados,
para ver la Bandera flamear.
Islas rodeadas de historia,
nunca las voy a olvidar.
Amigos están en tus suelos,
Sobre las costas del mar.

Y sus almas se quedaron...
Y en silencio clamarán...
Pequeñas islas Malvinas
¡Nadie las puede olvidar!
Argentinos malvinenses
(Aurelio Agustín Pernas)

Bienvenidos compatriotas malvinenses
Argentina continental los espera
para forjar una amistad verdadera
y defender con pasión sus intereses.
 
Sólo el amor puede hacer obras hermosas
como impedir que haya seres maltratados,
promover a que se sientan realizados
y vivir en dignidad con pocas cosas.
 
Para ello hay que pensar mucho en las Malvinas
como si a ellas las tuviéramos presente
y así tratar de evitar sufrir su ausencia.
 
Como si fueran un bálsamo de heridas
las debemos mantener en nuestra mente
para poder mitigar tanta injusticia.

La hermanita perdida
(Atahualpa Yupanqui - Ariel Ramírez)
De la mañana a la noche,
de la noche a la mañana,
en grandes olas azules
y encajes de espuma blanca,
te va llegando el saludo
permanente de la Patria.
 
Ay, hermanita perdida.
Hermanita, vuelve a casa.
Amarillentos papeles
te pintan con otra laya.
Pero son veinte millones
que te llamamos: hermana ...
Sobre las aguas australes
planean gaviotas blancas.
Dura piedra enternecida
por la sagrada esperanza.
Ay, hermanita perdida.
Hermanita, vuelve a casa.
Malvinas, tierra cautiva,
de un rubio tiempo pirata.
Patagonia te suspira.
Toda la Pampa te llama.
Seguirán las mil banderas
del mar, azules y blancas,
pero queremos ver una
sobre tus piedras, clavada.
Para llenarte de criollos.
Para curtirte la cara
hasta que logres el gesto
tradicional de la Patria.
Ay, hermanita perdida.
Hermanita, vuelve a casa




 ¡Que florezca mi bandera!

Quiero ver florecer a mi Bandera
en las casas, en las calles y veredas.
Quiero verla florecer y agitarse
en las manos de los niños y los grandes.

Quiero verla en los puestos ambulantes,
en las canchas de fútbol, en los parques,
en empresas, en fábricas y escuelas,
en sus costas, sus montañas, sus fronteras.

Y que el cielo prolongue sus colores
más allá del campo y la ciudad.
Su celeste y blanco inmaculado:
nuestro orgullo y nuestra identidad.

Quiero ver florecer a mi Bandera
en la Antártida, en el mar, allá en Malvinas,
y que sea una eterna primavera
floreciendo por toda la Argentina.

Y que nadie marchite sus colores
debe ser nuestra meta y compromiso.
Que florezca siempre libre y soberana
en el pecho de sus hijos argentinos.

* * *
Historia de un viejo árbol

Lo que les voy a contar
es una historia sencilla.
Hace muchos, muchos años
yo era sólo una semilla.

El viento me fue llevando
y me trajo hasta aquí.
Tan cansada de viajar
en la tierra me dormí.

De vez en cuando la lluvia
a visitarme venía,
pero yo, muy perezosa,
sólo dormía y dormía.

De repente una mañana
me desperté muy feliz
porque ya estaba creciendo
hacia abajo una raíz.

Más grande fue mi alegría
cuando una hojita asomó
y estirándome hacia arriba
pude ver la luz del sol.

Fui creciendo de a poquito
y más ramas me salieron.
Al llegar la primavera
hojas verdes las cubrieron.

Ahora ya soy un árbol.
Mi tronco es fuerte y muy alto.
Tengo flores, algún nido
y frutos en el verano.

El viento, al mover mis ramas,
me hace sentir cosquillas
y me trae viejos recuerdos
de cuando era una semilla.

* * *
Caminando junto a ti

Vamos de la mano
entre números y letras
a cada paso, una pregunta
va encontrando su respuesta.
Vamos caminando
entre páginas de libros,
entre juegos y trabajos
aprender es divertido junto a ti.

Y si algo no hice bien, lo intento otra vez.
Tu paciencia me acompaña y me ayuda a crecer.

Vamos de la mano
descubriendo cada día
los tesoros de este mundo,
los secretos de la vida.
Vamos caminando
entre historias y paisajes
y la ruta se agiganta,
de tu mano es más fácil avanzar.

Y es por eso que a ti te quiero agradecer
que me enseñes con cariño el camino a recorrer.
La la la la…

* * *
*
Para el 12 de octubre
Canta, América

Oye las voces de la tierra.
Suena trutruca, suena la quena.
Oye las voces americanas.
Suena el kultrún, suena la caja.

América, América,
levanta tu voz
y vuelve a cantar.

Cántale al Sol y a la Pachamama.
Canta a la tierra que nos hermana.
Desde la selva a la montaña,
desde los bosques hasta las playas.

América, América,
levanta tu voz
y vuelve a cantar.

Entre los cerros y las praderas,
atravesando por las quebradas,
que lleve el viento todas las voces
que alguna vez alguien callara.

América, América,
levanta tu voz
y vuelve a cantar.

América, América,
levanta tu voz.

* * *
Para acto de fin de año
Y digo "Adiós"

Hoy es el día tan esperado,
un ciclo llega a su final.
Se abren las puertas y un nuevo camino
muy pronto tengo que comenzar.
Son etapas de la vida
que algún día se terminan.
Son recuerdos que me hacen feliz,
de recreos y de amigos
y de todo lo aprendido.
Los secretos y los sueños que pude compartir.
Y digo “Adiós”…
Y digo “Adiós”…
Llegó el momento
de decir “Adiós”.

Siento nostalgia. Siento inquietudes
y sé que tengo que continuar.
Vendrán nuevos tiempos, errores y aciertos,
desafíos que tendré que afrontar.
Como una gran familia,
con problemas y alegrías,
fue la escuela mi segundo hogar.
Y crecí y aprendí,
y soñé con un mañana
que de a poco se prepara con mucha voluntad.
Y digo “Adiós”…

Haré mi camino y habrá otros amigos
pero nunca yo podré olvidar
a mis compañeros y a tantos maestros
que hasta aquí me ayudaron a llegar.
Es difícil despedirse
entre lágrimas y risas.
Ya es la hora de decirnos “Adiós”.
Volveremos a vernos,
los caminos se cruzan
si hay deseos verdaderos en el corazón.
Y digo “Adiós”…

* * *
Para construir la paz

Cuando todos valoremos
el milagro de la vida.
Cuando exista el respeto,
la igualdad y la justicia.

Cuando nadie pase hambre,
frío, miedo o soledad.
Cuando muera el egoísmo,
la avaricia y la maldad.

Cuando no discriminemos
al que está a nuestro lado
y al mirarlo a los ojos
descubramos a un hermano.

Cuando a nadie se le niegue
la oportunidad
de estudiar, de trabajar
y vivir con dignidad…
Entonces podremos
mirar al mañana
confiados, seguros,
con fe y esperanza.

Entonces podremos
decir con firmeza:
“La paz es posible
y no una promesa.”

* * *
Para acto de Fin de año
Deseos

El reloj marca las doce
y ya suenan las campanas
anunciando el Nuevo Año
y una nueva esperanza.

Estribillo:
Levantemos nuestras copas.
Vamos todos a bridar
y a desearnos lo mejor
que la vida puede dar.


Yo deseo que se acabe
el dolor de tantas guerras
y que se haga realidad
la paz en toda la Tierra.

Yo deseo para todos
la salud y el bienestar
y que no le falte a nadie
alimento y un hogar.

Yo deseo que el respeto,
el amor y la alegría
estén siempre entre nosotros
alumbrando nuestros días.

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